En mi opinión la profesión de actor es una de las más completas que se me ocurren. El actor tiene que saber de todo, culturalmente, físicamente, históricamente... Preparar un papel, un personaje, no se limita ni mucho menos a aprender el guión. Y es que uno de los puntos más importantes y básicos a la hora de preparar un personaje es ponerte en la piel de ese personaje, como persona viva, que piensa, siente, se mueve, respira. No sólo de forma externa (me refiero a dar una imagen del personaje) si no que el personaje se muestra desde dentro del actor hacia afuera, hacia el que mira. Es un trabajo difícil y agotador que a la vez te llena de energía y hace que veas la vida más fácil. ¿Imposible? Eso decía una de mis profesoras de interpretación: "actuar es tan fácil que es imposible". Curioso que esta frase podamos aplicarla a la vida: vivir es tan fácil que es dificilísimo.
Son muchas las
razones por las que todos sin excepción deberíamos
hacer teatro en algún momento de nuestras vidas (sin mencionar lo importantísimo que es en el desarrollo infantil) pero aquí nombraré únicamente dos:
te da una visión de la vida distinta y posible (mejor dicho, te da muchas visiones y con ello muchos caminos posibles)
y amplía tu generosidad de forma completa, te hace entender a los demás poniéndote en su piel, te entregas a ese otro que es el personaje siendo tú, viendo la vida como el otro, sintiendo como el otro, recibiendo de los demás como el otro. Se separa de la psicología en el punto en el que dejamos de hablar sobre el porqué del otro, a relativizar y comentar y, sin pensar, defendemos a ese otro con sus ideas, regalándole nuestro cuerpo para que cobre vida y justificamos todos sus "porqués" con nuestra voz pero desde él. ¿Acaso no es un ejercicio éste de la interpretación que nos ayudaría a vivir en un mundo más lúcido y generoso? No tenemos que olvidar que la interpretación tiene parte de juego y que entregarnos a un personaje no quiere decir que nosotros, como personaje/persona, estemos de acuerdo con él (por ejemplo: hacer de un asesino y ponerse en su piel y justificar sus actos como él lo haría no quiere decir que a partir de ahí, en nuestro día a día, defendamos los asesinatos. Es parecido a lo que hacen los policías o investigadores para dar con un asesino, ponerse en su piel para pensar como él y tratar así de saber cuál será su próximo paso). Y es que el mundo en el que vivimos es a la vez uno y millones distitntos dependiendo de cómo lo vemos cada uno de nosotros.
Los ejercicios que realizan los actores son muy variados, desde improvisaciones, agilidad mental, capacidad retentiva, rememoración sensorial... pero en este artículo expondré algunos encaminados a ponernos en el lugar del otro SIN PENSAR, simplemente a través de nuestra sensibilidad, dejándonos llevar. Son ejercicios aplicables a cualquiera de nosotros y a múltiples situaciones: problemas de pareja, problemas personales de autoritarismo o ira, falta de empatía... Os sorprenderéis de lo sencillos que son, ¡y de lo difíciles que resultan!
HYPNOSIS/ ESPEJO
- Ejercicio para dos personas.
- Uno en frente del otro, mirándose a los ojos, sin apartar en ningún momento la mirada.
- No mostrar emoción, la mirada ha de ser neutra y no variar durante el ejercicio.
- Sin haber acordado previamente quién empezará, uno de los dos empezará a mover una mano y el otro, cual espejo, hará lo mismo, sin dejar de tener ojos en ojos.
- El movimiento será lento y continuo, no se parará en ningún momento.
- Cuando se note que nos movemos exáctamente a la vez se irán añadiendo la otra mano, la cabeza, el cuerpo... y nos moveremos por el espacio, lenta y continuadamente.
- Es importante: no manda ninguno de los dos, y ninguno de los dos se deja llevar. Uno empieza, el otro sigue con otro movimiento y otra parte del cuerpo, el otro añade uno más y así sucesivamente, viendo y sintiendo cómo el movimiento que nosotros propusimos se funde con el que propuso la otra persona.
- NO PENSAR, MENTE EN BLANCO, SOLO ACCIÓN
- No tocarse, todo a pocos centímetros pero sin tocarnos
Este ejercicio pone de manifiesto quien es dominante y quien pasivo. Como las reglas son que ambos participen y no se muestre emoción ni se piense se relaja la parte dominante y la pasiva se activa. No hay razones, no hay motivos, solo nosotros dos moviéndonos unidos sin tocarnos, siendo el otro y siendo yo a la vez. Unión y comunicación sin palabras. No sé a vosotros pero a mi me parece magnífico, sobre todo después de haberlo realizado con tantos alumnos y viendo los resultados. Es un gran ejercicio para romper el hielo de una clase y relajar los nervios y la mente.
MÁQUINA DE RITMOS
- Ejercicio para varias personas (a partir de 3)
- Elegimos una emoción: ira, alegría, pena...
- Uno comienza haciendo un sonido o ruido y un movimiento que para él represente esa emoción (recuerdo la importancia de no pensar, si no sabes qué hacer empieza a moverte y a soltar sonido, la mente se activará y podrás empezar el ejercicio)
- Cuando el primero esté con su sonido y su movimiento el segundo se acoplará en ese movimiento con su propio sonido y su movimiento acorde a la emoción según él.
- Entra el tercero como el anterior.
- Mantenemos por un tiempo los tres ritmos y movimientos acoplados, cada uno en su estilo pero unidos, haciendo juntos un sólo ritmo y creando una máquina de la emoción escogida.
- Vamos aumentando la intensidad del movimiento y la voz hasta que la máquina se rompe.
Este ejercicio nos ayuda a unirnos con nuestra propia identidad en la identidad de los demás y juntos formar una sola pero más completa. Importante no perder nuestra forma de sentir y transmitir dicha emoción por la forma de los demás.
MARIONETA
- Ejercicio para dos personas
- Ponemos música
- Uno será la marioneta y el otro el titiritero
- En frente de un espejo, la marioneta en el suelo sentada, el titiritero detrás de ella de pie
- El titiritero, muy lentamente, con sus manos irá moviendo los hilos de la marioneta.
- La marioneta se moverá a la orden del titiritero, sólo y exclusivamente
- Importante que las manos del titiritero sean muy expresivas para transmitir adecuadamente cuando coge un hilo y cuando lo suelta para que la marioneta mueva un miembro o lo deje muerto.
- La música nos dice cómo movernos, a los dos, ya que esta es una marioneta maravillosa que también recibe las emociones del titiritero y las transmite, así que el titiritero puede también mover su cara y variar de expresión. Y no sólo con la cara, también con su postura corporal, su energía.
Para mi este es uno de los ejercicios más bellos, el resultado inmediato, sin esforzarse demasiado es tan bonito... pero lo importante es el detalle, hacerlo con la máxima delicadeza de la que seamos capaces, no permitir que ningún movimiento quede sin transmitir. Sin hablar tenemos que hacernos entender con nuestra marioneta, y esta sin preguntar se une a nosotros. Es un gran ejercicio de generosidad, por ambas partes porque el titiritero tiene que preocuparse de levantar a la marioneta dentro de las posibilidades de ésta, sin que se haga daño y dándole los movimientos que necesite para lograrlo, y la marioneta se entrega totalmente a su titiritero.
Ejercicio para bajar los humos y los egos, para mejorar la empatía y la generosidad. Divertidos, para todas las edades y útiles. ¿Qué más se puede pedir?
