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Neuro Oratoria: Activa a tus oyentes a través de historias emocionantes

La neuro oratoria se basa en la premisa de que nuestra mente y nuestro cuerpo están interconectados, en la forma en que nos comunicamos y cómo los demás nos perciben. Al comprender los procesos cerebrales involucrados en la comunicación, podemos adaptar nuestras técnicas de oratoria para lograr un impacto más poderoso. Una parte clave de la neuro oratoria es el reconocimiento de que el cerebro humano está cableado para responder a ciertos estímulos y patrones. Por ejemplo, las historias emocionalmente cargadas tienen un impacto más profundo en la audiencia, ya que desencadenan respuestas emocionales y liberan neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina. La repetición estratégica de ideas clave refuerza la retención en la memoria a largo plazo. La conexión entre la neuro oratoria y la comunicación consciente radica en la habilidad de adaptar nuestras presentaciones a la audiencia específica. Al sintonizar nuestras palabras y gestos con las preferencias y reacciones cerebrales,

Psicología vocal (cómo eres según tu respiración y tu voz)

psicología de la voz  ¿Sabías que tu voz informa a los demás sobre tu edad, tu sexo, tu tipo físico (no quiere decir que aciertes pero asociamos las voces a tipos de físico), raza, procedencia, nivel socio-cultural? Pues no sólo eso, además a través de tu voz transmites parte de tu personalidad y, por supuesto, tu estado
emocional.  También la respiración nos da pistas sobre quién es y qué le sucede a nuestro
interlocutor.

Veamos una pequeña clasificación:



Respiración: Nos da información sobre el ritmo al que se vive


  • Tranquila, armónica: Es una persona equilibrada, feliz con su vida y consigo misma.
  • Profunda y a ritmo constante: Es una persona con mucha energía y muy activa 
  • Profunda, a ritmo constante y fuerte: Esa persona está controlando su ira
  • Respiración superficial: Persona con los pies en las nubes, que no tiene conciencia de la realidad ni de las responsabilidades.
  • Respiración corta , rápida y de pecho: Indica ansiedad, angustia, puede ser momentánea o permanente. De ser así estamos ante una persona en constante tensión y/o miedo, que no es feliz y a la que la vida le supera.


Tono de voz:


  • Voces graves: Persona autoritaria, que sabe llevar la voz cantante, enérgica.
  • Voces agudas: Personas dependientes, con menos energía. En ocasiones inseguras.
  • Subimos nuestro tono de voz cuando: el clima en el que hablamos es alegre, contamos chistes, y generalmente al hablar a mayor velocidad. También si estamos muy nerviosos.
  • Bajamos nuestro tono de voz cuando: hablamos más despacio, el clima es melancólico o triste.


Extensión vocal: La cantidad de notas distintas que una persona es capaz de emitir para comunicarse también nos da información. Se relaciona con el carácter y la capacidad de transmitir emociones.


  • Restringida: Falta de creatividad, rigidez de carácter, falta de sentido del humor, excesivo control de las emociones.
  • Amplia y melodiosa: Gran capacidad emocional, equilibrio y alegría, transmite sus emociones y entiende las de los demás.
  • Amplia pero descontrolada: Falta de control emocional, desequilibrio personal.
Intensidad: Da información de como la persona maneja su zona personal y la zona personal de los demás, cómo controla los límites.

  • Adecuada: Control y conocimiento de sí mismo y de la proyección vocal. Buena escucha.
  • Elevada: Debilidad de sentimientos, falta de educación y egoísmo. Falta de paciencia. Mala escucha.
  • Reducida: Timidez, falta de experiencia en las relaciones sociales, educación represora.
Resonancia: Está en relación con el objetivo, la meta emocional que se pretende con el discurso, con lo que se dice. Fijáos que relación tan interesante tiene la resonancia, entonces, con la interpretación de una canción y lo que se pretende transmitir con ella.

  • Resonancia equilibrada: conocimiento y facilidad para expresar las emociones
  • Resonancia laringo-faríngea: Tensión, agresividad, dificultad para asimilar y vivir con los sentimientos.
  • Resonancia oral: Narcisismo, excesiva necesidad de justificarse y aclarar los hechos.
  • Resonancia nasal: (que no voz nasal) Afectividad y sensualidad.
Articulación: Respeto por los demás e interés en ser comprendido. (no incluir problemas físicos que impidan una correcta articulación)

  • Bien definida: Deseo de ser comprendido, claridad de ideas, conocimiento de causa.
  • Imprecisa: Mala organización mental, desinterés por ser comprendido. Mentiras.
  • Exagerada: Narcisismo, tensión.
  • Trabada: Agresividad, contención de emociones.
Velocidad: Rapidez mental del hablante y cómo se relaciona con la noción del tiempo.

  • Lenta: Causa la desconexión del oyente, falta de organización de ideas o falta de interés por ellas.
  • Elevada: Ansiedad, tensión, voluntad de omitir datos en el discurso.
  • Velocidad y ritmo excesivamente regulares: Falta de naturalidad, contención de la verdadera personalidad u opinión.
  • Velocidad y ritmo excesívamente irregulares: Confusión mental, ansiedad. No tiene efecto sobre el oyente. No convence ni agrada.


  Como puedes comprobar, hay infinidad de información que podemos obtener escuchando y observando. Queda claro que lo que se dice es lo que menos información nos da sobre quien tenemos enfrente.  Siendo actor puedes modular tu voz, tu respiración y tu cuerpo para "vivir" como el personaje, así que esta lista te resultará muy útil, al menos para comprobar si vas por el buen camino.




Fuente: Dra. Rita Mendes Lopes. Fonoaudióloga.