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Neuro Oratoria: Activa a tus oyentes a través de historias emocionantes

La neuro oratoria se basa en la premisa de que nuestra mente y nuestro cuerpo están interconectados, en la forma en que nos comunicamos y cómo los demás nos perciben. Al comprender los procesos cerebrales involucrados en la comunicación, podemos adaptar nuestras técnicas de oratoria para lograr un impacto más poderoso. Una parte clave de la neuro oratoria es el reconocimiento de que el cerebro humano está cableado para responder a ciertos estímulos y patrones. Por ejemplo, las historias emocionalmente cargadas tienen un impacto más profundo en la audiencia, ya que desencadenan respuestas emocionales y liberan neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina. La repetición estratégica de ideas clave refuerza la retención en la memoria a largo plazo. La conexión entre la neuro oratoria y la comunicación consciente radica en la habilidad de adaptar nuestras presentaciones a la audiencia específica. Al sintonizar nuestras palabras y gestos con las preferencias y reacciones cerebrales,

Cómo ampliar mi vocabulario

 Una de las bases de la buena oratoria es conocer la palabra adecuada para lo que se pretende expresar. Pero puede que nuestro entorno, nuestras aficiones, nuestro día a día no nos proporcione una "alimentación variada" de vocabulario. Eso no puede ser una excusa. Debemos encontrar esas nuevas palabras nosotros mismos; buscarlas en libros, artículos, noticias, películas, teatro, música...atraparlas, aprenderlas y utilizarlas. 


Que no cunda el pánico porque no es tan duro como parece. Lo que recomiendo a mis alumnos, y vamos practicando durante su formación en oratoria conmigo, es hacer una lista de palabras. Tenerla siempre encima para en cualquier momento poder anotar la nueva palabra descubierta sin dilación. Yo, por ejemplo, la llevo en el móvil. He creado una nota y la llevo en la pantalla, así puedo encontrarla con mucha rapidez. A base de práctica he conseguido que la definición se me quede en la mente una vez leída, así que ya no la escribo al lado de la palabra, pero si no es tu caso, te recomiendo que lo hagas. Para que la palabra cobre sentido en tu cerebro rápidamente tendrás que seguir estos pasos:

1. Escribirla

2.Leerla varias veces

3.Leer su significado varias veces

4.Aplicarla en varias frases

Una vez hecho ésto habrás logrado que se meta en tu cabecita, aunque aún queda el paso más importante por realizar para que dicha palabra se una a tu vocabulario.


El último paso es comprometerte en usar una palabra de la lista durante tres días en tus conversaciones. Y si no sale un tema adecuado, tratar de sacarlo tú. Y si no, crea frases con la palabra para ti mismo y dilas en voz alta. Durante 3 días. Ésto hará que se perfile y grave en tu mente. A los tres días haz lo mismo con otra palabra de tu lista. Y así constantemente, hasta que se convierta en un hábito, y tu vocabulario crecerá como la espuma. 


Reconozco que al principio se hace raro, difícil e incómodo. Tenemos muchas cosas en las que pensar a lo largo del día como para andar con más tareas, pero llega a convertirse en un juego, un challenge contra uno mismo y se hace divertido. Además empezarás a ver los resultados, la seguridad que adquieres al poder usar palabras más cultas en tus conversaciones y la imagen que empiezas a crear de ti mismo frente a los demás sube de nivel. Con ésto no quiero decir que alguien que tiene un vocabulario amplio es mejor persona, por supuesto. Lo que digo es que si tienes las palabras adecuadas para poder expresarte, tu personalidad se verá fielmente reflejada por tus palabras y llegará de forma más clara a todo el mundo.  Por no mencionar que poder expresarse con amplitud y adecuidad evita que generemos un importante nivel de ira. 


 "Hasta que se convierta en un hábito, y tu vocabulario crecerá como la espuma. "


No es asunto baladí, ¿no crees? 


Pero ¿y dónde encuentro tantas palabras nuevas? Pues no te queda otro remedio que ponerte a leer como si te fuera la vida en ello. Leer y escuchar atentamente. Has de ir a alimentarte en aquellos lugares donde se genere un vocabulario culto: artículos, críticas artísticas, novelas, canciones, poesía, teatro, cine antiguo y de época... No consumas sólo lo que te gusta. Debes leer autores que no sean de tu agrado e historias que no te apasionen, pero que sepas que están escritas con mucha calidad. Este hábito generará en ti criterio, es decir, una opinión personal, que será de lo más útil y llamativa en tus conversaciones sociales. Podrás decir el porqué no te gusta ese autor con explicaciones fundadas, ya que habrás leído o visto su obra. Cada autor escribe de una manera muy personal, eso también te ayudará a conocer diferentes formas de expresión que quizás no se encuentren en tu día a día. 


¿Qué te ha parecido todo lo que puede aportarte ampliar tu vocabulario? No te cortes, comenta este post!