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Neuro Oratoria: Activa a tus oyentes a través de historias emocionantes

La neuro oratoria se basa en la premisa de que nuestra mente y nuestro cuerpo están interconectados, en la forma en que nos comunicamos y cómo los demás nos perciben. Al comprender los procesos cerebrales involucrados en la comunicación, podemos adaptar nuestras técnicas de oratoria para lograr un impacto más poderoso. Una parte clave de la neuro oratoria es el reconocimiento de que el cerebro humano está cableado para responder a ciertos estímulos y patrones. Por ejemplo, las historias emocionalmente cargadas tienen un impacto más profundo en la audiencia, ya que desencadenan respuestas emocionales y liberan neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina. La repetición estratégica de ideas clave refuerza la retención en la memoria a largo plazo. La conexión entre la neuro oratoria y la comunicación consciente radica en la habilidad de adaptar nuestras presentaciones a la audiencia específica. Al sintonizar nuestras palabras y gestos con las preferencias y reacciones cerebrales,

Cómo ser carismático

Con carisma ¿se nace o se puede adquirir? Yo siempre digo que nadie te puede decir lo que lograrás o no en tu vida. El empeño, el entusiasmo y la fe logran cosas a priori increíbles. Y con esto no quiero decir que me parezca difícil ser carismático si no forma ya parte de tu personalidad. Precisamente lo que digo es que todo se puede aprender, mejorar y potenciar. Lo único que hay que hacer es analizarlo y comprenderlo. Ese es un punto de partida muy útil para toda empresa que te propongas. Y eso es lo que te voy a explicar hoy aquí.  

¿Qué es el carisma?

   El carisma es la capacidad que tienen algunas personas para atraer la atención y hacer que la gente se sienta bien a su lado. Puede ser por su personalidad, por su forma de hablar y dirigirse a los demás, pero parece que su sola presencia cambia la estancia donde está. No tiene porqué ser especialmente gracioso y no tiene nada que ver con la belleza exterior. El carisma se irradia, pero, lejos de ser un don divino, tiene explicación. 

  Hay varios factores que componen el carisma en una persona:






1.La PRESENCIA


2.El PODER


3.El AFECTO



1.LA PRESENCIA

  Visto así puede parecer que alguien carismático ha de tener buena planta, pero no va por ahí el asunto. La persona carismática hace sentir al otro  como alguien importante para él, y sobre todo como alguien interesante. Mostrar a los demás cuánto te interesan te hace carismático. Saberte su nombre y usarlo para llamar su atención, recordar datos personales, mirarle mientras habla y mostrar emociones ante sus comentarios. No es una cuestión de adulación. Es mostrar interés y atención en la otra persona. El otro junto a ti siente que existe y es alguien, haces que se sienta SU PRESENCIA.


2. EL PODER

  Hay profesiones que requieren del carisma para su mejor desarrollo. Uno de ellos es el puesto de jefe en cualquier trabajo. Ese es un puesto de poder.  Cualquier profesión que implique dirigir a un grupo de personas obtiene mejores resultados con carisma, es decir, haciendo que esas personas se sientas felices por seguir tus directrices. En mi opinión hay dos tipos de personas en estos puestos: las que usan su poder y dirigen a través del miedo, y las que logran el respeto sincero de sus empleados/alumnos... Los carismáticos son los segundos. Volvemos al punto anterior y vemos que son jefes/profesores que muestran interés por sus empleados. Pero para estar en un puesto así has de demostrar que te lo mereces tú y no otra persona, y eso se consigue transmitiendo seguridad. Seguridad en que sabes lo que haces, seguridad en lo que se te da bien, e incluso tienes la seguridad de ser consciente de lo que se te da mal. Alguien carismático no presume de sus logros pero no los niega. No esconde sus errores y pide ayuda. No trata de ser un super héroe pero siempre es el primero en la cola de las responsabilidades. Mostrar que eres consciente de lo que se te da bien y de lo que no, abiertamente, te da el PODER DE LA VULNERABILIDAD. Quien, con tranquilidad, se muestra vulnerable, a los ojos de los demás gana en dignidad, genera empatía, y respeto. 


3.EL AFECTO 

  Íntimamente relacionado con el punto uno, el afecto que una persona muestra hacia otros, de forma natural, no atosigante, y sobre todo sincero, es el último punto necesario para que el mundo caiga rendido a los pies de una persona carismática. Piensa en personalidades del mundo del cine o de la música. Aquellos  que  han mantenido una carrera de éxito durante más tiempo tienen en común la humildad hacia los demás. No importa cuanto asciendan en su éxito, siempre tienen un momento para firmar un autógrafo, hacerse una foto o tener un gesto amable con cualquier persona caminando por la calle, en un ascensor o en cualquier lugar habitual. Son esas personas de las que se dice que su éxito "no se les ha subido a la cabeza". Pero no hace falta tener mucho éxito profesional para ser carismático así que te digo: alguien carismático, que muestra sin tapujos su seguridad en sus puntos fuertes, que es capaz de hacer interesantes a los demás, ya tiene una forma de estar y sentirse muy positiva y brillante. Es decir, ya tiene un comportamiento de éxito. Los demás lo perciben y si esa persona que brilla con luz propia les trata con afecto, tiene un gesto humilde con ellos, un gesto amable, hablarán de él como alguien con auténtico carisma.


  Estos tres puntos desgranan el carisma para que pueda entenderse, medirse y practicarse. Claro que no es del todo sencillo lograrlo porque no nos educan para ser carismáticos. Es extraño cómo nos educan para pasar desapercibidos en algunas cosas y luego pretender que tengamos un éxito extremo en otras.
 
  Hay que tener presente la buena educación. Hay personas carismáticas mal habladas, y maleducadas, pero no pierden la esencia de los puntos anteriores. En definitiva, no son personas realmente maleducadas, pero no usan un buen vocabulario y no tienen conocimientos de protocolo, que es diferente. Me refiero a la buena educación que da el respeto por los demás y por uno mismo. 

Y sobre todo no hay CARISMA SIN SONRISA.  Una sonrisa tranquila, relajada y sincera siempre es bien recibida.