Un timador (Christian Bale) y su amante y socia (Amy Adams) se ven obligados a trabajar con la policía (Bradley Cooper) para poder salvarse.
Opinión: Insulsa, larguísima.
Nada menos que 10 nominaciones a los Oscar de este año 2014. Le añades al señor Christian Bale con otra de sus transformaciones físicas, un diseño de cartel (que quieras que no forma una parte importante de la venta de una película) con lo que parece un buen diseño de vestuario en cuanto a ambientación se refiere y un director que te agradó con su buen hacer en "El lado bueno de las cosas" haciendo una película tan normal, tan normal que te encanta y piensas "esta película puede que esté bien" y vas y te equivocas. Y el caso es que la experiencia me dice, ya a estas alturas, que el número de nominaciones a los oscar (o de estatuíllas ganadadas) es inversamente proporcional a la calidad de la obra (sí, digo obra porque trato de ver el cine como arte, aunque cada vez lo veo más alejado de tal respetable término). Christian Bale es una apuesta segura, pero si no hay de dónde sacar pues nada. Jennifer Lawrence está nominada, en mi opinión por unos segundos de una escena al estilo Uma Thurman en Pulp Fiction bailando con rabia y un personaje con el que poder hacerse un poco la loca, nada que no hubiésemos visto en "El lado bueno de las cosas" más de lo mismo pero peor porque el personaje no se desarrolla tanto. Se ven pinceladas de buen trabajo actoral en algún momento en la relación entre Christian Bale y Amy Adams (curiosamente cuando no hay texto, ¿hola?), pero sabe a poco, poquísimo porque en definitiva no hay argumento suficiente para una película de 2 horas y media.
¿Por qué todas las películas americanas ahora duran más de 2 horas? Las que empiezan entretenidas luego te aburren, las que empiezan mal no mejoran. No hay casi ningún argumento interesante y cuando lo hay se fastidia por la tan extensa duración.
Y luego está la creencia por parte de algunos directores en que si haces que los actores improvisen el texto en su mayoría y que además hablen todos a la vez, unos encima de otros es que estás haciendo una gran película, una película "como la vida misma". Desconozco si los estadounidenses son así, si hablan mientras que habla el otro, sin escucharse, o si sólo es una forma de mostrar que uno es el más hipster o alternativo del lugar. Me inclino por ésto último. Una actitud snob para dejar claro que se es un artista con tantas tablas que te puedes permitir ese lujo. Aunque, claro está, lujo es poder gastarse tantísimo dinero en una producción así para no decir ni hacer nada en absoluto.
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